LIPOSUCCIÓN
La liposucción mejorará la silueta para adaptarla a tu peso, estatura y forma corporal. Podemos eliminar grasa de las caderas, muslos, rodillas, tobillos, abdomen, brazos, etc.
Una liposucción podrá mejorar tu apariencia y autoestima, pero no necesariamente te proporcionará una silueta perfecta, ni cambiará la apreciación que los demás tengan de ti. Antes de decidirte por este tipo de cirugía piensa cuidadosamente en tus expectativas y háblalas con tu cirujano.
Los mejores candidatos para una liposucción son aquellas personas que estando cercanas a su peso ideal, presentan acúmulos de grasa en determinadas zonas. Estos acúmulos generalmente distorsionan la silueta del cuerpo.
La buena elasticidad
de la piel
En casos seleccionados es posible resaltar determinados rasgos anatómicos como la musculatura abdominal. Un aspecto fundamental en esta operación es el estado en que se encuentre tu piel. Si la piel tiene una buena elasticidad los resultados serán mucho mejores que si tiene una piel flácida.
INFORMACIÓN DE INTERÉS
Una liposucción puede realizarse con anestesia local, epidural (como la que se emplea en algunos partos) o general. La elección dependerá fundamentalmente de la cantidad de zonas que se vayan a tratar y del volumen de grasa que se vaya a extraer. Una o dos zonas de las que vayamos a extraer un volumen reducido pueden tratarse con anestesia local y administrar algún tipo de sedación para que te encuentres más tranquila.
Una vez administrada la anestesia correspondiente se introduce la cánula a través de una herida que suele oscilar entre los dos a los cuatro milímetros. Estas heridas se colocan en lugares estratégicos y generalmente ocultos, como el pliegue de la nalga. Mediante cánulas de diferente grosor y longitud se va extrayendo la grasa de las zonas que se vayan a tratar. El volumen de grasa final dependerá de la elasticidad de la piel. Si la piel tiene flacidez, no será aconsejable extraer toda la grasa existente, ya que posteriormente se producirán irregularidades. Si tu piel es elástica este problema no se presentará ya que se adaptará fácilmente a su nuevo contorno.
Opcionalmente, la grasa extraída puede ser empleada para realizar rellenos en otras partes del cuerpo (cara, labios, glúteos, etc.). Una vez finalizada la intervención cada pequeña herida se cerrará con un punto y a continuación se le colocará una faja a su medida en función de las zonas que se hayan tratado. Si la liposucción se realizó con anestesia local podrá marcharse a su casa con las recomendaciones oportunas. Si se realizó con anestesia general o epidural deberás permanecer en el hospital las horas necesarias hasta tu total recuperación.
Al finalizar la operación colocaremos una faja de compresión que deberás llevar continuamente durante un mes, aproximadamente. El postoperatorio no suele ser doloroso. Las mayores molestias que aparecen durante las primeras 24 a 48 horas, se parecen más a una sensación de agujetas y se calman con los analgésicos habituales. Generalmente los pacientes reinician sus actividades normales a las 48 horas y sólo a partir del primer mes deberás realizar actividades o deportes de gran esfuerzo. Cuando te quites la faja por primera vez puede que notes la presencia de algún pequeño hematoma; se trata de una situación normal y desaparecerá en pocos días. Durante la primera semana notarás que la inflamación lógica que se acumula en las zonas tratadas oculta el resultado definitivo.
No debe preocuparte ya que desde la segunda hasta la cuarta semana esta inflamación irá desapareciendo con la ayuda de masajes. Aunque podrás ver el resultado definitivo al mes de la operación, en ocasiones la inflamación continúa hasta desaparer gradual e inapreciablemente durante dos meses después.
Probablemente te preguntarás si «esto vuelve a salir». La respuesta es no. Una vez retirados, los acúmulos de grasa no volverán a aparecer ya que la grasa en las personas adultas es incapaz de reproducirse. Si por cualquier motivo ganas peso lo harás de forma armónica según tu nueva figura.
Si te mantienes en tu peso los resultados serán permanentes.
La liposucción está considerada como una intervención quirúrgica segura y con un índice muy bajo de complicaciones, siempre y cuando esté realizada con los medios adecuados y por personas cualificadas. No obstante debes saber que no está exento de los riesgos inherentes a cualquier intervención quirúrgica y de complicaciones propias de este cirugía estética.
La infección de las heridas o el sangrado excesivo son complicaciones raras que ocurren en menos del 1% de los pacientes. El sangrado excesivo o la presencia de grandes hematomas ocurren generalmente en casos en los que el paciente toma o ha tomado determinados tipos de medicamentos antes de la operación.
Más infrecuentemente aún es la aparición de embolismos grasos o trombo embolismos (es decir, la presencia de fragmentos de grasa o coágulos de sangre dentro del torrente sanguíneo), alteraciones del color de la piel o la variación de la sensibilidad en las zonas tratadas.
El resto de complicaciones, incluyendo las derivadas de la administración de anestésicos, son las comunes a la práctica de otras intervenciones quirúrgicas. La aparición de pequeños hematomas o de inflamación en las zonas tratadas no deben de considerarse como complicación. En aproximadamente un 20% de los casos es necesario retocar alguna zona pasada unos meses.