MAMAS TUBULARES, MÁS FRECUENTES DE LO QUE CREEMOS

La malformación de mamas es más frecuente de lo que pueda parecer aunque pienses que solo te pasa a ti. Consultar con el cirujano plástico supone una liberación para muchas mujeres que sufren anomalías en sus mamas y así descubren que es un problema común a muchas personas y que además tiene solución.

CRECIMIENTO ASIMÉTRICO DE LA MAMA

La malformación mamaria más habitual son las mamas tuberosas o tubulares que se producen por un crecimiento asimétrico con forma de tubo en el período de la adolescencia. Las mamas tubulares tienen unas características comunes como areolas muy grandes en relación con el pecho, mamas separadas con asimetrías y alargadas con pezones hacia abajo a lo que hay que sumar poco desarrollo de la mama en el polo superior.

Existen distintos grados de mama tuberosa pero se puede definir como aquella que tiene una base muy estrecha con un crecimiento tubular en vez de redondeado y esférico.

TU MEJOR ALIADO, TU CIRUJANO

Cada mama tuberosa es diferente, por eso en los casos de mamas tubulares la visita al médico especialista adquiere especial relevancia ya que el cirujano plástico es la persona adecuada para que efectúe un estudio y aporte la solución personalizada a cada mujer dependiendo del grado de tuberosidad, desde un nivel mínimo a un desarrollo desmesurado. En función de cada estado y siempre buscando el éxito estético se pueden combinar de manera correcta las distintas técnicas como aumento mamario, reducción mamaria o elevación mamaria.

Para la cirugía plástica, la mama tuberosa es todo un reto porque no hay dos casos iguales y se puede abordar de diferentes maneras.

GRADO MENOR DE TUBEROSIDAD

Cuando la areola no está muy afectada y el polo inferior tiene cierta consistencia a veces se puede solucionar simplemente con el uso de implantes. Además, se trata la glándula para expandirla y que cubra bien el implante para conseguir un aspecto redondeado. En los casos en los que el volumen es suficiente podemos tratar la mama con una mastopexia o elevación. Si no hemos usado implantes para corregir esta malformación hay más posibilidades de que no tengamos que hacer futuras cirugías.

GRADO MAYOR DE TUBEROSIDAD

En otras situaciones más graves estos procedimientos no serán suficientes para tratar la gran dimensión de la areola y forma tubular y se aplicarán técnicas modificadas de una elevación mamaria para reducir esa areola y aportar tejido al polo inferior que es donde suele hacer falta. Esto nos indica que podemos llevar a cabo muchas combinaciones de técnicas porque cada caso es diferente.

EMBARAZOS Y CAMBIOS DE PESO

Hay que tener en cuenta que la mama tubular sufre mucho con las transformaciones de volumen del cuerpo como embarazos o cambios de peso y con facilidad esa deformidad tubular puede regresar, por eso hay que advertir que es una cirugía que probablemente tengamos que volver a realizar tras embarazos o cambios de peso. Y con más razón si se han utilizado implantes que, como ya sabemos, no duran toda la vida.

CUALQUIER EDAD

Las malformaciones de mamas se abordan a cualquier edad, pero la intervención de mamas tubulares es una cirugía que suelen solicitar muchas adolescentes por el trauma que provoca un pecho de estas características en una época tan determinante en el desarrollo de las mujeres. El cirujano, una vez analizada la mama y de acuerdo con la paciente, elegirá la técnica o combinación más conveniente para alcanzar el objetivo deseado.

Tras la intervención de mamas tuberosas la paciente obtendrá un resultado satisfactorio si tiene unas expectativas realistas.