UNA CUESTIÓN DE SALUD
La reducción de mama en adolescentes es una intervención más frecuente de lo que parece y que cuenta con la aceptación de la comunidad médica en los casos en los que el exceso de mama ya no es solamente un problema estético sino que acaba desencadenando problemas físicos y psicológicos en una edad decisiva en el desarrollo vital de una persona. Y es que no se puede negar que el tamaño y la apariencia de los pechos tiene un impacto significativo en la imagen corporal de la mujer.
Para operar un pecho gigante no es necesario tener una mayoría de edad si este problema causa problemas de salud físicos y psicológicos que van más allá de la estética.
SITUACIÓN EXCEPCIONAL
Por lo tanto, en determinadas ocasiones en las que la mama es exageradamente grande se puede practicar una mamoplastia o reducción de mama en menores de 18 años a pesar de que lo aconsejable para una intervención de cirugía sea la mayoría de edad. Es un procedimiento que se puede hacer en situaciones excepcionales en las que la salud de la paciente es la prioridad.
La hipertrofia mamaria repercute en muchos ámbitos de la vida de las chicas adolescentes como la imposibilidad de vestir como desean, practicar desporte o no poder relacionarse con los demás con normalidad. Todo ello acaba afectando a su autoestima.
Muy lejos de lo que pueda parecer, un pecho de tamaño desmesurado además de la propia incomodidad llega a ocasionar verdaderos problemas médicos físicos descritos e identificados como dolor de espalda, cuello, hombros, mala postura corporal frecuente al intentar ocultar el pecho en la zona lumbar y cervical, deformidades del esqueleto así como dificultades respiratorias. A ello hay que añadir que el roce y la sudoración produce efectos dermatológicos provocados por el pliegue que se genera debajo de cada mama y las consecuentes lesiones en la piel.
El exceso de peso en el pecho causa dolor y problemas físicos importantes porque afectan a los huesos pero también al aparato respiratorio y a la piel.
Una mama desproporcionada ocasiona otros trastornos porque impide a las chicas jóvenes hacer actividades propias de su edad, por lo que en ese periodo vital se encuentran muy limitadas a la hora de vestir como quisieran, han de usar sujetadores poco favorecedores o sufren impedimentos para hacer deporte o ir a la playa. En definitiva, es una situación que acaba desencadenando inseguridades y muchos obstáculos para una integración social y relaciones psicoafectivas plenas.
Son muchas las adolescentes que se someten a una reducción mamaria porque necesitan cambiar su vida y mejorar su desarrollo emocional.
En la actualidad gracias a las técnicas con las que se acomete la mamoplastia podemos decir que la reducción de mama en adolescentes es una cirugía segura, predecible y aconsejable para eliminar este calvario a quien lo padece. Está demostrado que hay escasas posibilidades de que la mama vuelva a crecer tras la intervención, no obstante, en el caso que sucediera las técnicas actuales permiten su repetición sin impedimentos. Los resultados de la reducción de pecho son duraderos siempre que el peso se mantenga estable y no se produzca un embarazo inminente. Además la reducción de mama no necesita un seguimiento tan exhaustivo como otras cirugías de mama.
La mamoplastia es una técnica muy fiable, segura y recomendable para acabar con el sufrimiento que padecen muchas chicas.
VENTAJAS
Uno de los principales beneficios de la reducción de mama es la recuperación de la armonía y proporción corporal. Y por supuesto, tras una intervención de estas características la salud de la paciente mejora porque desaparecen las molestias y problemas físicos y las chicas pueden realizar cualquier actividad y lucir la ropa que deseen más propia de su edad. Otra de las ventajas que más reconfortan tras una reducción de pecho es que las chicas recobran su confianza y seguridad.
LA INTERVENCIÓN
La mamoplastia es una reducción mamaria que consiste en eliminar la grasa, tejido glandular y piel de la mama. En algunos casos se ha llegado a eliminar hasta 3 kilos de cada mama. Gracias a esta cirugía el pecho adquiere la proporción adecuada al físico de cada mujer logrando un pecho más ligero y firme. Si es necesario, en la misma intervención se puede reducir el tamaño de la areola, la piel oscura que rodea el pezón.
Es importante acudir a un médico especializado en cirugía plástica porque es quien mejor puede entenderte, asesorarte y darte la mejor solución adaptada a ti.