Comparte este artículo o envíalo por email
[LoginRadius_Share]
Otoplastia, la cirugía que más se realiza en España a menores y adolescentes
La otoplastia es una sencilla cirugía que recoloca, remodela o reduce el tamaño de las orejas buscando la simetría y naturalidad en armonía con el rostro. Y es una de las intervenciones quirúrgicas que más se realizan en España en menores de edad y adolescentes junto con la rinoplastia, reconstrucción del labio leporino y del paladar hendino o la hipertrofia mamaria virginal que consiste en un desarrollo descontrolado de los pechos.
Cirugía plástica en menores: sí o no
En el debate de si la cirugía es recomendable en menores de edad, el médico especialista en cirugía plástica reparadora y estética, Jaime García, considera que “está claro que hay consenso a la hora de afirmar que la cirugía estética no se aconseja en niños y adolescentes salvo aquellas operaciones relacionadas con rasgos físicos que pueden acabar provocando problemas psicológicos o dificultar la vida del menor”. Por estos motivos, la cirugía plástica en menores pasa a ser reparadora cuando es recomendada por razones médicas o psicológicas.En España no hay una normativa que regule la cirugía plástica en menores pero para desarrollarla, el doctor García nos adelanta que “es necesario contar con el consentimiento de los padres y que el menor de edad esté psicológicamente y emocionalmente preparado porque también ha de tener la motivación adecuada”. Además hay que descartar motivos superfluos propios de la edad adolescente, fácilmente manipulable.
Fin a las orejas de soplillo
Precisamente las orejas despegadas o «de soplillo”, prominentes o con cualquier alteración es motivo de broma, desprecio y rechazo sobre todo en la infancia y suele marcar, de manera negativa, el desarrollo de la vida cotidiana de menores y adolescentes. Por ello, los especialistas en cirugía plástica reparadora estima que la otoplastia es una intervención que puede ser una gran ayuda en el desarrollo personal de muchos pacientes en edad infantil y adolescente.
Una vez que se decide realizar el tratamiento es importante que “los menores de edad han de estar convencidos, concienciados y dispuestos a colaborar antes de someterse a la intervención quirúrgica”, apunta el cirujano plástico Jaime García.
A partir de los 8 años
La otoplastia es una de las cirugías más seguras y menos invasivas si se realiza con una adecuada planificación y los pacientes tienen las ideas claras.
La cirugía de las orejas que corrige el tamaño, posición o alteración es un procedimiento que generalmente “se realiza en niños a partir de los 7 u 8 años cuando la oreja casi está alcanzando su tamaño adulto y la intervención no supone un riesgo para el desarrollo físico del menor” según nos informa el doctor García. Además, a partir de esa edad, los jóvenes están más dispuestos a colaborar y cumplir las directrices del médico especialista para que la intervención sea un éxito.
La confianza con el médico especialista
En la mayoría de los casos, la otoplastia ofrece unos resultados satisfactorios. La consulta preoperatoria es tan importante como la intervención, sobre todo en el caso de tratar con niños con los que hay que ver necesidades, carácter y motivación. Es importante que confíen en el especialista porque así pondrán todo de su parte para que el tratamiento transcurra con normalidad, además de estar preparados para seguir las instrucciones que le transmita el doctor.
La experiencia en este tipo de intervenciones hace al especialista Jaime García asegurar que “recuperación del paciente suele ser bastante rápida porque, si sigue las recomendaciones del médico, podrá hacer una vida normal en pocos días”.
Un resultado natural
El doctor Jaime García emplea un método personal adaptado con magníficos resultados. Consiste en una remodelación mecanizada del cartílago y fijación con suturas creando los pliegues ausentes en la oreja o que están mal posicionados. La sencilla intervención se realiza con anestesia local ambulatoria y normalmente dura de 30 a 40 minutos.
Según concluye Jaime García, “el éxito pasa por no dejar huellas de la intervención y que el resultado sea lo más natural posible”.