Este galardón reconoce la innovación y el esfuerzo investigador en las áreas que aborda, como son la salud, la sanidad, la ciencia y la tecnología.

«Quizás la novedad más reseñable en este último año ha sido la apertura de mi nueva clínica y por lo tanto, la desvinculación del grupo hospitalario con el que he colaborado durante tantos años. Este hecho, aparte del vértigo de la aventura, me ha permitido dar un salto de calidad en todos los sentidos y trabajar como entiendo esta amada profesión. En mi opinión, las grandes corporaciones están perdiendo la perspectiva humana al primar más la comercial. Es evidente que la medicina privada es un negocio y ha de ser rentable y gestionar muy bien los recursos, negarlo sería de necios, pero está pasando que lamentablemente, en algunos grandes grupos corporativos, empieza a tener más peso la visión empresarial que el criterio médico. Eso no está bien y reduce muchísimo la calidad asistencial que en definitiva pienso que debe ser el principal objetivo».
«Yo lo tengo claro, prefiero ser un mal empresario antes que un mal médico».

P. – ¿Qué destacaría del impacto de su trabajo?

R. – Sorprende mucho que desaconseje a algunos pacientes que se sometan al tratamiento o la intervención deseada. Soy consciente de que este hecho impacta y llama bastante la atención pero lo hago cuanto tengo muy claro que no les va a suponer ningún beneficio, entonces dedico mucho tiempo a explicarles los motivos por los que no deben someterse a esa operación. Casi todos los pacientes lo entienden y al final, lo agradecen.

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P. – ¿Qué les diferencia del resto de su misma área?

R. – Si me lo permite le diré que esa cuestión no debería contestar yo sino los pacientes que acuden a la consulta, las personas que han creído en mí teniendo en cuenta que la confianza es de lo más difícil de conseguir. Por eso, a todos ellos y ellas hoy también les doy las gracias.

TRAYECTORIA

Almeriense, de la localidad de Albox, nació el 18 de mayo de 1964 en una familia numerosa. Él y dos hermanos son la segunda generación de médicos orgullosos de sus raíces y de su padre, un humanista apasionado de la cultura, poeta y practicante.

Licenciado en Medicina por la Universidad de Granada (1982-88) pronto tuvo clara su vocación quirúrgica. Tras el MIR, fue a Madrid para formarse en cirugía Plástica y Reparadora en los Hospitales Central de la Cruz Roja, Centro de Quemados de la Cruz Roja y Universitario de Getafe, allí trabajó con destacados profesionales y conoció a los cirujanos plásticos referentes, entre ellos, el doctor Benito Vilar Sancho.