LA CIRUGÍA DE MAMA, LA MÁS DEMANDADA EN TODAS LAS EDADES
La cirugía plástica es la mejor opción para cambiar las partes del cuerpo con la que no nos sentimos bien y las técnicas están tan avanzadas que, en la mayoría de intervenciones, no hay límites de edad y menos aún en la cirugía de mamas. Los procedimientos de mama se sitúan como los más demandados a cualquier edad y ocupan el primer lugar en cuanto a los más practicados en un rango de edades variadas. La edad no es un condicionante determinante en este tipo de cirugías.
Para cada mama, para cada situación hay una solución y, en la mayoría de los casos, no hay límite de edad máxima para realizar cualquier cirugía mamaria.
MÍNIMO Y MÁXIMO DE EDAD
La tecnología ha avanzado tanto que no hay límite de edad máxima para abordar una cirugía de mama. A ello también contribuye la salud de los pacientes porque ahora las condiciones físicas son mejores que hace décadas porque las personas se cuidan más.
Cuando usamos implantes el mínimo de edad se sitúa sobre los 18 años cuando finaliza el desarrollo de la mama y esa sería una edad apropiada para practicar la cirugía mamaria además de considerar que se trate de una decisión madurada.
Los casos excepcionales de intervenciones de mama antes de la mayoría de edad deben ser valorados minuciosamente de manera personalizada por el médico cirujano y tutores de la persona menor. Si los padres o tutores lo autorizan es posible que la intervención se lleve a cabo si se cumplen los requisitos de suponer una mejora para la salud, como ocurre en muchos casos.
Entre las condiciones para abordar un tratamiento de mama antes de los 20 años destaca la existencia de un gran complejo, problemas psicológicos, malformaciones, y, en el caso de los chicos ginecomastia, un pecho excesivo. En el aumento de mama con implantes, salvo casos de excepción, el límite de edad se sitúa en tener, al menos, 18 años por los posibles cambios que pueda experimentar el cuerpo y con una determinación clara por parte del paciente.
En las intervenciones de mama antes de los 20 años la decisión ha de estar ampliamente meditada y el beneficio plenamente justificado.
La reducción de mama es una de las cirugías que se suelen practicar antes de los 20 años porque un pecho desmesurado puede causar problemas físicos en espalda y cuello, alteraciones en la postura o problemas dermatológicos. Es una intervención determinante en la adolescencia porque cambia la vida de muchas jóvenes que están limitadas en sus relaciones sociales y actividad física. Hay que estudiar a cada persona de manera rigurosa y aconsejarla seguir adelante en los casos extremos con graves daños. Esta intervención es posible porque es difícil que una mama desmedida crezca y además, la influencia en la lactancia de esta cirugía cada vez es menor.
Entre los 20 y 40 años la cirugía de mama más común es el aumento por diversos motivos como mamas no desarrolladas, pecho caído por cambios de peso, presencia de asimetrías o mamas que han perdido volumen o turgencia tras el embarazo. Para todo ello la solución es la mamoplastia o aumento de mama que mejora el tamaño y la silueta del busto femenino mediante prótesis adaptado a las prioridades de cada mujer.
Para tomar la decisión es fundamental contar con el cirujano plástico para resolver dudas, estudiar los objetivos, analizar las expectativas y planificar la intervención.
En la consulta el cirujano valora el tamaño y la forma de las mamas, la firmeza de la piel y el estado de salud del paciente. En el caso de que el beneficio de esta intervención sea mínimo, se aconseja esperar a que la mama esté más deteriorada. Si optas por un aumento de mamas con prótesis has de saber que los implantes no son para toda la vida porque, aunque son de excelente calidad y durabilidad, se acaban deteriorando. Un adecuado control médico periódico comprobará que todo esté bien e indicará cuándo hay que cambiar la prótesis.
La operación de mama que más se practica a partir de los 40 años es la elevación o mastopexia y reconstrucción con prótesis o con los propios tejidos de la paciente. La mastopexia es la técnica quirúrgica que recoloca la mama en su lugar y logra dándole un aspecto firme, joven y turgente. Esta intervención puede acometerse sólo elevando y, si la paciente lo desea, también puede hacerse aumentando el tamaño de la mama.
Uno de los grandes descubrimientos notorios y exitosos con fantásticos resultados es la elevación y realce de la mama sin prótesis siempre y cuando la paciente reúna las condiciones apropiadas. Es el médico especialista en cirugía plástica quien está capacitado para decidir si la cirugía se puede efectuar sin necesidad de prótesis y para ello, la mama tiene que tener un volumen suficiente y una materia glandular de buena calidad.
La mastopexia sin implantes es una cirugía con la que se puede elevar la mama de manera natural con los propios tejidos de la paciente realzando su belleza sin artificios.
No existe una edad máxima para desaconsejar una intervención quirúrgica de mamas. Es posible gracias a las excelentes condiciones de seguridad que garantizan las técnicas actuales y a que la edad fisiológica es más determinante que la cronológica. Así, a partir de los 60 se pueden llevar a cabo cirugías mamarias siempre que la paciente tenga buena salud. En esta edad la cirugía más habitual suele ser la reducción de mama con elevación porque las mamas desproporcionadas suponen un problema de salud para un alto porcentaje de mujeres y también implica un problema estético porque afecta a su autoestima.
Muchas mujeres han ido retrasando esta intervención hasta que encuentran el momento y actualmente saben que es posible. El remodelado y reducción de mama mediante la extirpación de piel, tejido mamario y tejido graso, logra una mama más ligera y firme. Esta cirugía alivia los problemas como el dolor de espalda, cuello o irritación cutánea y, al mismo tiempo, consigue armoniza la figura para lucir más bella y esbelta.
Lo que verdaderamente importa para acometer una cirugía mamaria es el estado físico
de la paciente y no su edad.