ELEVACIÓN
MAMARIA
REDUCCIÓN
DE PECHO
La presencia de unos pechos caídos puede ser causa de preocupación y malestar en muchas mujeres.
Tu apariencia y autoestima mejorarán, pero no necesarioamente cambiará la apreciación que los demás tengan de ti. Antes de decidirte por esta cirugía, piensea cuidadosamente cuáles son tus expectativas y discútelas con tu cirujano.
En ocasiones, si además de caídos han perdido volumen y firmeza, puede que sea necesaria la introducción de una prótesis para mejorar esta circunstancia.
Una elevación mamaria podrá mejorar la autoestima pero no necesariamente cambiará el trato que tengas con los demás. Debido a que existen diferentes técnicas para diferentes tipos de pechos, lo mejor es que consultes con tu Jaime A. García tus dudas y expectativas. Los mejores resultados se obtienen en mujeres sanas, sin enfermedades importantes, psicológicamente estables, en las que existe una caída excesiva de la localización del pecho, acompañada o no por un volumen pequeño.
Si su elevación va a ser complementada con un aumento simultáneo de volumen, se te facilitará toda la información pertinente sobre los aumentos de pecho. Si estás pensando tener más embarazos probablemente sería aconsejable que retrasaras la intervención hasta haberlos concluido. Una elevación de pecho no tiene por qué interferir con la lactancia, pero debes saber que el resultado de la intervención se verá modificado por el propio embarazo.
Consultas y examen previos
Antes de la intervención deberás consultar con tu cirujano todas las dudas, inquietudes y ser franca a la hora de exponer cuáles son tus expectativas en cuanto al tamaño y situación.
Se realizará un examen de los pechos y te indicarán qué técnica se empleará en tu caso y en qué localización aproximada quedarán las cicatrices. Puede que sea necesaria una mamografía.
La buena elasticidad de la piel
conduce a los mejores resultados
En muchos casos, particularmente cuando la elasticidad de la piel es buena, la reducción va a ser pequeña o el pecho está poco caído, las cicatrices resultantes pueden ser únicamente la periareolar y la vertical.
INFORMACIÓN DE INTERÉS
Suele durar de dos a tres horas y la técnica suele dejar una cicatriz en forma de «T» invertida si la reducción que se realiza es grande.
Una vez establecida la nueva posición de la areola y del pezón, y estimada la cantidad de piel sobrante se elimina ésta y se contornea el pecho. Los puntos quedarán alrededor de la areola y en una línea vertical desde ésta al pliegue que hay debajo del pecho.
Por lo general después de la intervención deberás estar ingresada durante 24 horas, con vendajes y drenajes, tras las cuales podrás abandonar la clínica.
Es posible sentirse fatigada y dolorida durante unos días. Estas molestias suelen responder a los analgésicos habituales. Si estas molestias no son severas podrás realizar una vida casi normal en unas 48 a 72 horas. Es normal que los pechos puedan estar algo amoratados e hinchados después de la operación; la inflamación desaparece habitualmente de entre tres y cinco semanas. Los puntos que cierran las heridas se retiraran en diez días aproximadamente. Deberás llevar un sujetador apropiado casi todo el día hasta que se indique lo contrario. Probablemente notarás una leve falta de sensibilidad durante un tiempo estimado de entre tres a seis semanas, esto se debe a la inflamación y en muy raras ocasiones puede durar mucho tiempo.
Aunque las cicatrices puedan estar enrojecidas durante unos meses finalmente se suavizan y toman un tono más normal. En raras ocasiones estas cicatrices pueden ser de carácter hipertrófico o queloideo, en cuyo caso necesitarán tratamiento médico y/o quirúrgico.
A pesar de que puedes sentirte bien, se recomienda no regresar al trabajo hasta la siguiente semana ni hacer ejercicios bruscos durante un mes. No olvides que en todo momento tu cirujano, Jaime A. García, estará a tu disposición para controlar que el postoperatorio es el adecuado. Cualquier duda o inquietud que tengas podrá ser atendida por nosotros. Se franca en tus preguntas y en comunicarnos tus expectativas.
Como en cualquier cirugía estética, existe un riesgo de complicaciones o una reacción anormal a la anestesia. Aunque el sangrado y la infección son raros en este tipo de intervenciones, si ocurrieran podrían causar un ensanchamiento de las cicatrices.
No olvides comentar a tu cirujano si eres fumadora, si tienes alguna enfermedad significativa, o si tomas alguna medicación habitualmente.
Fumar altera la circulación y afecta a la cicatrización que podrían influir en el resultado final.
Una reducción de pecho deja unas cicatrices permanentes que varían considerablemente con la técnica que se emplee y con el tipo de pechos que tengas. Los trastornos de la sensibilidad en las areolas y pezones en la inmensa mayoría de los casos son transitorios. No olvides que para conseguir un buen resultado deberás seguir nuestros consejos en todo momento. Nosotros te explicaremos cómo se realiza la intervención quirúrgica, qué limitaciones o riesgos pueden existir en tu caso y cual será la localización aproximada de las cicatrices.